Cuando el “te lo dije” no consuela, sino que hiere
“Te lo dije” es una de esas frases que escuchamos (o decimos) casi sin darnos cuenta. Puede parecer un consejo, una advertencia o una muestra de amor… pero cuando se repite en momentos de vulnerabilidad, no consuela. Hiere.
En este artículo exploramos el impacto emocional del “te lo dije”, cómo puede afectar nuestras relaciones, nuestra autoestima, y qué podemos hacer para comunicar de forma más empática.

El primer paso es hacerte consciente. El segundo, no desesperarte. Así empieza el cambio real.
La conciencia es el primer paso hacia un cambio real, pero sin paciencia no hay transformación posible. Aprende por qué no desesperarte es tan importante como empezar.


Lo intento. Cómo vivir cuando nada parece estar bajo control
Hoy quiero compartirte algo que me costó mucho escribir, pero que sé que tenía que salir.
Es una carta desde el intento, desde ese lugar donde uno trata de sostenerse mientras todo parece temblar.
Si estás en una etapa donde seguir adelante se siente pesado… este texto es para ti.




