Paola Crispin

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Es momento de honrar mis promesas

Qué difícil se nos puede hacer honrar nuestras propias promesas.

No te pasa que a veces te enfocas más en las promesas que le haces a otros que las que te haces a ti misma?

A mí me pasaba a cada rato, no sé porque sentía más culpa al fallar una promesa que le había realizado a alguien más que las promesas que me había hecho a mí misma. 

Extraño no crees? Porque yo soy la persona más importante dentro de mi propio universo pero no me estaba colocando en el lugar que me correspondía.

Me estaba fallando a mí misma y lo estaba viendo como algo normal y no lo es, nunca lo será.

La palabra “me lo prometo” debe tener un valor importante, cuando decidimos prometernos algo es porque eso que queremos hacer o cambiar tiene un significado para nosotros y en el fondo sabemos que si cumplimos esa promesa tendremos una recompensa.

En cambio sí nos fallamos a nosotros mismo, se desencadenan una serie de sentimientos, empezaremos a sentir frustración, decepción, tristeza, entre otros.

Y llegas a un punto que normalizas el no cumplir tus propias promesas, pero el sentimiento permanece.

Es por eso que este año, una de mis metas es seguir cumpliendo mis propias promesas, me lo debo a mí misma. Se lo debo a mí yo del pasado. Y sé que mi yo del futuro me lo agradecerá.

Lo decreto y lo afirmo, este año es el año en el que me pondré en primer lugar en todos los aspectos de mi vida, es el año del amor propio, es el año de quererme y amarme como nunca antes.

Es mi año y nadie ni nada me detendrá en conseguir y cumplir esto que me prometo.

Pero primero lo primero, aprenderé a como honrar mis promesas.

Porque sí, de todo uno aprende y nunca es tarde para aprender a honrar mis propios sueños y deseos, mis gustos y preferencias, honrar mi salud mental y física, honrar todo lo que soy y como soy

Esta soy yo, empezando a colocarme en primer lugar, esta soy yo queriendo amarme más.