Paola Crispin

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Normalizando La Belleza Natural: Un Viaje de Autoaceptación

En un mundo donde las redes sociales y los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de perfección, aprender a normalizar nuestra belleza natural puede sentirse como un desafío. Sé lo difícil que es navegar en un entorno que constantemente nos empuja hacia una perfección inalcanzable, y entiendo lo agotador que puede ser intentar encajar en estos estándares. Pero estoy aquí para decirte que no estás sola en este viaje de autoaceptación.

El peso de los estándares de belleza

Vivimos en una era donde cada imagen que consumimos está llena de filtros y retoques. Nos empujan hacia una perfección que no existe, o que no podemos mantener sin consecuencias graves para nuestra salud mental. Personalmente, he sentido el impacto de estos estándares. Por mucho tiempo, me obsesionaba con cómo debería lucir, y la presión constante de mantenerme "perfecta" era abrumadora.

Pero me rehuso a vivir una vida donde nunca voy a estar conforme conmigo misma, siempre queriendo más, siempre buscando un ideal vacío. Asusta, lo sé, pero estoy aprendiendo a normalizar mi belleza natural, con todo lo que eso implica.

Aprendiendo a aceptar cada parte de mí

Estoy en un proceso constante de aprender a aceptar cada parte de mí. Algunas cosas me han costado más que otras, pero aquí estoy, avanzando poco a poco. Estoy aprendiendo a:

  • Aceptar con cariño esas nuevas líneas de expresión que han aparecido en mi rostro. Cada una de ellas tiene su historia: las risas, las preocupaciones y los momentos vividos.

  • Abrazar con amor las manchas que me han acompañado y las que siguen apareciendo. Esas marcas no son defectos, son el reflejo de mis experiencias, de las veces que he disfrutado del sol o enfrentado el estrés de la vida diaria.

  • Apreciar esas pequeñas bolsitas bajo mis ojos, que me recuerdan las noches vividas, las risas hasta tarde y también las lágrimas que forman parte de mi historia.

Sé que no es fácil aceptar estas cosas. No se trata de decir "ya me amo completamente" y listo. Es un proceso, uno en el que estoy conscientemente trabajando. Todavía hay días en los que me cuesta, pero cada vez que elijo mirarme con más amabilidad y menos juicio, siento que me acerco más a esa paz interna.

La valentía de ser auténtica

Figuras públicas como Karol G y Pamela Anderson me han inspirado enormemente en este proceso. Karol G, por ejemplo, hizo una crítica pública cuando la revista GQ México retocó tanto su imagen en la portada que no se parecía a ella. "Mi cara no luce así, mi cuerpo no luce así", comentó Karol en sus redes sociales, rechazando los retoques y reafirmando que se siente feliz y cómoda con su apariencia natural. Esto fue un acto valiente que resonó con muchas mujeres, ya que Karol no solo defendió su imagen real, sino también a todas nosotras que sentimos la presión de encajar en esos estándares inalcanzables​.

Por su parte, Pamela Anderson también desafió las expectativas cuando asistió al Paris Fashion Week en 2023 sin maquillaje, en un evento donde se espera que las celebridades se vean impecables. Pamela demostró que no necesitamos escondernos detrás de capas de maquillaje o filtros para ser vistas y valoradas​.

Estas mujeres me motivan a seguir trabajando en mí misma, a ser más real y menos perfecta, porque ser auténtica no solo es un acto de valentía, sino también de amor propio.

Un nuevo camino hacia la autenticidad

Sé que no estoy sola en esta lucha. El mundo nos presiona para que alcancemos una perfección inalcanzable, pero cada día que damos un paso hacia la aceptación de nuestra belleza natural, rompemos con esos estándares impuestos. Estoy convencida de que juntas podemos desafiar estas expectativas y encontrar fuerza en nuestra autenticidad.

Invitación a la reflexión

Este camino no es sencillo. No se trata de cambiar de la noche a la mañana, sino de aprender a aceptarnos y querernos en cada etapa. Así que te invito hoy a mirarte al espejo y dejar a un lado el juicio. En lugar de enfocarte en lo que "deberías" cambiar, valora lo que ves. Esa piel, esas líneas, esas marcas... son el reflejo de tu historia, de lo lejos que has llegado.

Cada parte de ti es importante. Aprender a abrazarla es un proceso, y no hay una línea de meta; es un camino que recorremos cada día. ¿Te unes a este viaje de aceptación y amor propio? Estoy contigo, paso a paso.